Código de Consultoría

TR-006-2


Nombre de Consultoría

Diagnóstico de Género para el dominio del medio ambiente, el sector droga y trata y tráfico de seres humanos


Entidad Beneficiaria

DUE
Delegación de la Unión Europea en Bolivia


Fecha de Publicación

12/07/2023


Consultor(es)

Formella Cristina

TR-006-2 - Diagnóstico de Género para el dominio del medio ambiente, el sector droga y trata y tráfico de seres humanos
La trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes constituyen delitos generalizados con alcance global, los cuales utilizan a personas con fines lucrativos. Las redes organizadas o individuos que se encuentran detrás de estos productivos delitos se aprovechan de personas vulnerables, desesperadas o de quienes, simplemente, buscan una vida mejor .

En el marco internacional, la trata de personas es definida en el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños (2004), como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluye, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

El tráfico ilícito de migrantes se define en el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire (2004) como la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado, persona que puede o no ser nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material.
Además, con la expansión global del uso de la tecnología, intensificada por la pandemia del COVID-19 y los cambios en el uso las plataformas en línea, se han generado nuevas formas de violencia contra las mujeres y las niñas por razón de género y el delito de trata de personas ha acaparado el ciberespacio . Internet y las plataformas digitales ofrecen a las redes de traficantes numerosas herramientas para reclutar, explotar y controlar a las víctimas; organizar su transporte y alojamiento; publicitar a las víctimas y llegar a clientes potenciales; proporcionar vías de comunicación entre los perpetradores; y ocultar ganancias criminales. Todo eso con mayor rapidez, rentabilidad y anonimato. En este sentido, según el Informe Mundial de UNODC sobre trata de personas, en 2020, por primera vez, disminuyó el número de víctimas detectadas en el mundo. Este cambio de tendencia podría ser el resultado de tres factores que afectaron especialmente a los países de renta baja y media durante la pandemia: menor capacidad institucional para detectar a las víctimas, menos oportunidades para que los tratantes operen debido a las restricciones preventivas por el COVID-19 y desplazamiento de algunas modalidades de trata de personas a lugares más ocultos y con menos probabilidades de ser detectados.

Asimismo, UNODC señala que los tratantes que operan desde un dispositivo tecnológico se valen de distintas técnicas para buscar víctimas, por ejemplo, la “búsqueda-hunting” es cuando los criminales indagan en internet y/o redes sociales y localizan perfiles de personas que dejan su información abierta o disponible para el público. Posteriormente, se comunican con la víctima, mostrando interés y ganándose su confianza hasta que logran entablar una relación, convenciéndola de que ellos pueden brindar solución a sus problemas. Por lo general, las víctimas suelen ser menores de edad y mujeres que utilizan abiertamente las redes sociales. Otra forma de operar, según UNODC , se denomina “pesca-fishing” y consiste en la publicación de anuncios (en redes sociales). Los criminales se hacen pasar por empresas en búsqueda de personal, ofrecen viajes, un alto salario sin necesidad de estudios académicos y solicitan, por lo general, personas de “mente abierta y buena disposición”. La forma de explotación sexual también ha cambiado. Ya no se realiza solamente en persona, sino a través del mal uso de las tecnologías, por videollamadas, haciendo sesiones en directo (live streaming), grabando videos para después venderlos en línea, así como en la producción y distribución de material de abuso y explotación sexual en línea. Es decir, se abre un abanico de opciones en las que se puede ser víctima de trata de diferentes maneras y en distintos países sin que los tratantes tengan que movilizar a una víctima hacia otro país; toda la operación la llevan a cabo desde una localización.

Informe final de misión

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Diagnóstico de Género para el dominio del medio ambiente, el sector droga y trata y tráfico de seres humanos 6.60 MB

Anexos


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Anexo I. Plan de trabajo y metodología 0.95 MB
Anexo II. Análisis a nivel meta extendido 1.27 MB
Anexo III. Marco normativo 1.10 MB
Anexo IV. Mapeo de funciones y capacidades de actores 0.02 MB
Anexo V. Dashboard_Encuestas TTP 1.79 MB